COMO QUIDAMOS LAS UÑAS DE NUESTROS RHODESIAN RIDGEBACK EN VALL DE SEGARIA

El cuidado de las uñas puede parecer un detalle menor, pero en realidad forma parte del bienestar general de nuestros Rhodesian Ridgeback. En casa lo entendemos como una rutina más, igual que cepillar el pelo o limpiar las orejas. Muchas veces lo hacemos aunque no lo necesiten del todo, simplemente para que se acostumbren, lo vivan con normalidad y no les suponga una molestia en el futuro.

De hecho, cuando hacemos las rutinas de limpieza de orejas o de cepillado, solemos revisar también las uñas, aunque no las cortemos si no hace falta. Lo hacemos para que ese momento forme parte de su día a día y así, poco a poco, lo integren como algo natural. Es una forma de prevenir miedos y de que no lo vivan como algo incómodo más adelante.

No todos los Rhodesian Ridgeback desgastan las uñas de la misma manera. Depende de muchos factores: si caminan por tierra, asfalto o césped, si hacen más o menos ejercicio, si son más activos o más tranquilos… En los Rhodesian, que suelen tener buena energía y disfrutar de largos paseos, a veces las uñas se liman de forma natural. Pero otras veces no, y por eso es importante observar.

En nuestra rutina diaria estamos atentos a pequeños detalles. Por ejemplo, si al caminar sobre suelo duro se oye ese “clic clic”, puede ser señal de que las uñas están un poco largas. También nos fijamos en si caminan con normalidad, si apoyan bien las patas o si alguna uña empieza a curvarse hacia dentro.

Una uña demasiado larga no solo puede incomodar al Rhodesian sino que con el tiempo puede causar problemas de salud: desequilibrios al caminar, dolores articulares, tensiones en la espalda, e incluso lesiones por rotura o enganches. En casos más graves, una uña clavada puede provocar infecciones muy dolorosas.

Además, si se deja pasar mucho tiempo sin recortarlas, la uña se endurece y engrosa, y entonces se vuelve mucho más difícil de cortar sin causar molestias. Por eso preferimos prevenir: revisar de forma regular —cada dos o tres semanas, más o menos— y recortar con calma cuando hace falta. En los cachorros o en perros sensibles, a veces solo usamos una lima suave.

Lo importante es que el momento sea tranquilo y sin forzar. “Mejor hacerlo cuando están relajados, después de un paseo o mientras descansan. Aquí te cuento cómo es el ejercicio que necesita el Rhodesian Ridgeback para crecer sano y equilibrado.

Al introducir este cuidado como una rutina más desde pequeños, conseguimos que nuestros Rhodesian Ridgeback lo vivan con calma. No lo ven como algo raro ni molesto, y eso facilita mucho las cosas a largo plazo.

Foto de: EDURNE DE VALL DE SEGARIA

En Vall de Segaria convivimos con nuestros Rhodesian Ridgeback día a día, y creemos en la importancia de estos pequeños gestos. El cuidado de las uñas no es solo cuestión de estética: es salud, prevención y bienestar.
Descubre aquí más sobre los cuidados básicos del Rhodesian Ridgeback.

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